Creemos que cometer errores es lo peor que nos puede pasar. Equivocarse ha sido eternamente malinterpretado y se traduce en una conversación interna donde nos llamamos “fracasados” de manera inconsciente. Pero no es así…cometer errores está bien.
¡Así como lo lees, te estamos diciendo que deberías cometer más errores!
El comienzo del error.
Cuando niños cometíamos errores todos los días, si nuestros padres nos decían no hagas eso“, hacíamos exactamente lo contrario.
¿Te imaginas a un niño cargando con el peso y la culpa de sus errores? No sería lógico ya que a esa edad estamos en un proceso de aprendizaje. La pregunta es: ¿Cuándo termino ese proceso de aprendizaje?
El aprendizaje no es una etapa, es un proceso que dura toda la vida. Siempre hay algo nuevo por aprender, la perfección está sobrevalorada, así que si quieres ser mejor, ¡comete más errores!
Es difícil para los padres y los niños superar las percepciones negativas de los errores; pero cuando cometes más errores, creas más oportunidades de aprendizaje. Eventualmente, logras tu objetivo y te sientes positivo acerca de ti mismo.
Qué pasa en el cerebro cuando nos equivocamos.
Incluso la ciencia argumenta esta afirmación. En 2015 un estudio en el que se analizaron las resonancias magnéticas de diferentes individuos, descubrieron que cometer un error tiene el potencial de irradiar gratificación, si el individuo tiene la oportunidad de aprender del error y evaluar las opciones.
Cuando el cerebro obtiene suficientes datos para contextualizar una situación; se inclina hacia el refuerzo en lugar de evadirla.
El cerebro tiene dos formas de aprender: Por un lado tenemos el aprendizaje por evasión y por otro el aprendizaje basado en recompensas.
Con el primero, el cerebro se entrena para evitar cometer errores, mientras que el aprendizaje basado en la recompensa proporciona un refuerzo positivo cuando se alcanza la respuesta correcta.
En lugar de que los niños o adultos eviten las discusiones erróneas, deberían considerar los errores como áreas de mejora y formas de aprender sobre la vida y sobre uno mismo.
Encuentra a continuación 5 motivos por los cuales cometer errores está bien y en vez de asustarte; aprendas de ellos y crezcas.
Por qué cometer errores está bien.
1. Los errores enseñan lecciones de vida.
Cometer un error es parte de la naturaleza humana. Aprendes acerca de la vida cuando aprendes de tus errores. Si miras tus errores como lecciones, perderás el miedo a cometerlos.
Algunas lecciones de vida son negativas, pero incluso esas lecciones hacen parte de tu personalidad y te fortalecen para enfrentar nuevas experiencias.
2. Los errores te enseñan a perdonar.
Es fácil perdonar a tu novio/a cuando olvida comprarte tus pastillas para el dolor de cabeza. Un simple recordatorio resuelve el problema. Pero es más difícil cuando atribuyes un significado a la consecuencia del error, como cuando tu cónyuge olvida la fecha de aniversario.
No obstante, si por algún motivo tú también has olvidado la fecha de aniversario en una relación pasada, es posible que tomes el error de otra manera y trates de entender a tu pareja, escuchar qué sucedió y perdonarla.
Todo aquello que experimentas en carne propia te ayuda a ponerte en los zapatos de otros.
3. Los errores liberan el miedo.
Nunca cometer un error es el peor error que podrías cometer. Cometerlos te mostrará que siempre hay otros caminos, que siempre hay soluciones. Pero si nunca cometes errores, siempre vivirás con miedo al fracaso y esto te impedirá intentar cosas nuevas.
Donde hay voluntad, siempre habrá una solución. Deja que los errores liberen tus miedos.
4. Los errores hacen posible el crecimiento.
En lugar de quedarse estancado, toma tus errores como oportunidades de crecimiento. Permítete cometer errores.
Cuando aprendiste a nadar, cometiste errores pero finalmente lo lograste. Fue lo mismo con aprender a montar en bicicleta. Cuando cometes errores en las relaciones y los superas, o los superas de una manera que no esperabas, creces como persona.
Lee también: Cómo crecer tu negocio.
5. Los errores te ayudan a descubrir quién eres.
Por cada error que cometes, descubres más sobre ti mismo. Aprendes más sobre tus límites, capacidades, gustos y miedos. De aquello que eres capas y de lo que no.
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