¿Te has preguntado por qué algunas personas tienen tanta calma y serenidad en su vida? La respuesta puede estar en el wabi-sabi.
Tabla de Contenido
Qué es Wabi-sabi
Wabi-sabi es una filosofía estética japonesa, con orígenes en el budismo zen, que valora la imperfección, la impermanencia y la simplicidad.
Para entender el concepto de wabi-sabi, es importante comprender los términos wabi y sabi por separado:
Origen del wabi-sabi.
Wabi se refiere a lo simple, la humildad y la frugalidad. Nació en la ceremonia del té japonesa, que originalmente se llevaba a cabo como una forma de disfrutar un momento de tranquilidad en las violentas vidas de los samuráis.
Con el tiempo, la ceremonia del té se volvió opulenta y lujosa para la clase gobernante, pero luego un maestro del té llamado Sen no Rikyū decidió volver a la simplicidad y la belleza natural. El estilo de ceremonia del té de Rikyū se conoció como “wabi tea” o “wabi-cha”.
Por otro lado, sabi se refiere a la belleza que surge con el paso del tiempo, como la oxidación y el envejecimiento. Cuando se combinan, wabi-sabi se refieren a una filosofía que valora la belleza simple, la imperfección y la impermanencia de todo.
Cómo aplicar el wabi sabi en tu vida:
En su libro Wabi-sabi: Sabiduría japonesa para una vida perfectamente imperfecta, la escritora Beth Kempton, cuyas obras han sido traducidas a más de 20 idiomas, nos da unas claves muy específicas sobre cómo podemos utilizar la filosofía del wabi-sabi para impactar positivamente nuestra vida.
Encuéntralas a continuación:
Usa la estética wabi-sabi para la decoración de tus espacios
La estética wabi-sabi puede ayudarte a sentir más comodidad en tu hogar al aceptar la imperfección y lo simple.
Una de las mejores ideas es hacer uso de materiales naturales e imperfectos como la madera y la piedra, para recordar que el mundo es imperfecto al igual que nosotros.
Haz lo posible para prestar atención a tus emociones al decorar, ya que puedes traer más de ti mismo al añadir objetos que evoquen sentimientos o recuerdos especiales. Por ejemplo, un objeto tan sencillo como un hoja que recogiste de un paseo por el bosque, puede recordarte los colores que viste y la inspiración que te dejó ese momento.
Adicionalmente, algo importante es despejar los elementos que estén haciendo que tu decoración sea muy recargada. Fundamentalmente porque los espacios más limpios de un hogar wabi-sabi te permitirán enfocarte en lo que es realmente importante y dar espacio a esos objetos que evocan felicidad.
Un hogar wabi-sabi acepta todas nuestras imperfecciones, como la de los materiales, y nos anima a simplificar nuestras vidas para estar más cerca de lo que valoramos más.
Conexión con la naturaleza.
El wabi-sabi nos incentiva a estar más cerca de la naturaleza y prestar atención a sus detalles y cambios.
Por ejemplo, en Japón las estaciones del año se dividen en 24 pequeñas estaciones llamadas sekki y 72 microestaciones llamadas kō; lo que muestra la atención que se presta a los cambios sutiles de la naturaleza.
Haz click aquí para ver una ilustración increíble de un calendario japonés.
Al prestar atención a estos cambios en la vida, podemos ser más conscientes de nuestros propios ritmos y aprender a reconocer lo que necesitamos; como descanso, ejercicio, luz, oscuridad, viajar, estar en casa, etc.
Además, la conexión con la naturaleza nos recuerda que todo es transitorio y nos incentiva a enfocarnos en el término más importante: el presente.
Aprecia el paso del tiempo.
La sabiduría japonesa del wabi-sabi también nos enseña a aceptar el proceso de envejecimiento y a disfrutar del tiempo que tenemos en la tierra. Principalmente porque nos recuerda y nos invita a aceptar que está bien que NADA sea permanente.
Al comprender el concepto que nuestro tiempo en la tierra es limitado, mediante el wabi-sabi podemos encontrar más valor y significado apreciando aún más los momentos con nuestros seres queridos y/o haciendo lo que más disfrutamos.
Una de las mejores ideas que comparte Beth Kempton en su libro Wabi-sabi, es escribir las cosas que más nos gustan, así como lo hacía la poetisa Sei Shōnagon, que listaba sus cosas favoritas como “Cosas para acelerar el corazón” o “Cosas que despiertan recuerdos afectuosos del pasado“. Todo el listado conforma su obra llamada El libro de la almohada.
Aprovecha el tiempo para mirar al mundo y encontrar la belleza simple e infinita que te rodea.
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Valora la belleza de lo imperfecto en el fracaso.
El wabi-sabi nos enseña que debemos aprender a enfrentar el aprendizaje y el fracaso de una manera más saludable.
En primer lugar, incorporando el wabi-sabi, entendemos que aprender nunca termina y que no hay un aprendizaje perfecto. Debemos enfrentar el aprendizaje con esto en mente y nunca compararnos con los demás. Por el contrario, debemos enfocarnos en nuestro propio viaje.
Por otra parte, la sabiduría japonesa del wabi-sabi nos enseña que el fracaso también es una parte necesaria del proceso y puede ser una oportunidad para expandir nuestros conocimientos.
Debemos aprender a encarar el fracaso como una lección útil mas no como un fin, y verlo como una oportunidad para descubrir cosas sobre nosotros mismos, que de otra manera podríamos haber pasado por alto.
Corre con calma y llegarás mejor.
Ya vimos que es importante enfocarnos en el camino hacia nuestras metas, en lugar de la meta final. Esto es especialmente importante en el ámbito laboral, ya que a menudo nos presionamos para alcanzar el “destino” de manera rápida y perfecta, pero esa mentalidad puede llevarnos a sufrir grandes decepciones cuando las cosas no salen como esperamos.
En su lugar, con una mentalidad wabi-sabi, debemos abordar el camino de nuestras carreras con la paciencia del judoka, quien entiende que no hay un destino final y que las lecciones del camino son lo que más cuenta.
Adicionalmente, debemos dejar de comparar nuestra posición en la vida con la de los demás, ya que todos los caminos son muy diferentes. También debemos recordar que no hay un camino perfecto hacia el éxito y que muchos de nosotros tomamos caminos difíciles para llegar a donde queremos estar.
Recuerda las bases del wabi-sabi: simplicidad, imperfección e impermanencia.
Mejora las relaciones personales.
Los principios, o conceptos principales de la ceremonia del té japonés: armonía, respeto, pureza y tranquilidad, pueden ser aplicados a las relaciones personales para mejorar la conexión con los demás.
La armonía puede ser promovida mediante acciones que calmen y pongan a gusto a la otra persona. El respeto puede mostrarse al destacar las cualidades individuales del otro y la pureza puede manifestarse al buscar lo mejor en la otra persona, incluso en momentos de conflicto.
La tranquilidad también es importante para conectarse con los demás y puede ser alcanzada a través de momentos de reflexión, donde les mostremos a los demás la belleza de lo imperfecto, haciéndoles sentir que sus imperfecciones no los alejan de ser personas increíbles.
Conclusión.
El wabi-sabi es un concepto japonés que tiene orígenes en el budismo zen y el taoísmo y que valora lo simple y la imperfección, mientras reconoce la impermanencia de todo en el mundo.
En realidad hay mucho que podemos aprender de su filosofía en nuestras relaciones con los demás, en la conexión con la naturaleza, en nuestros caminos profesionales, en nuestra forma de enfrentar el fracaso y hasta en la decoración de nuestros hogares.
Por último, una de las claves es que en lugar de poner presión innecesaria en nosotros mismos en la búsqueda de la perfección, el wabi-sabi nos incentiva a valorar lo perfectamente imperfecto.
Espero que está información te sea de ayuda y la puedas compartir con los tuyos 🙂
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