La mayoría de personas no saben esto, pero cuando era joven mi habitación era una casa rodante.
La razón por la cual tenia que dormir ahí, era porque mi madre y su pareja tuvieron dos niños. Simplemente no teníamos suficiente espacio para todos, ni suficiente dinero para comprar una casa más grande. Por este motivo los adultos decidieron resolver el problema comprando una casa rodante de segunda.
Como yo era el mayor de todos; tenia el privilegio de elegir si quería esa habitación antes que los demás. A los 14 anos la opción de tener mi propia habitación fuera de la casa, parecía increíble. Tenia su propia llave, y estaba separada de la casa principal; lo que para mi significó independencia. Exactamente lo que un adolescente quiere.
Al principio todo fue increíble. Sin embargo, al pasar del tiempo me di cuenta que los veranos en esa habitación eran extremadamente calientes (Los veranos en Australia son muy largos), los inviernos muy fríos y algunas veces el ruido no me dejaba dormir.
Adicionalmente empecé a crecer, y lo que alguna vez fue cómodo; dejó de serlo. Debía tener cuidado para no golpear mi cabeza y apenas cabía en mi cama. Eso sin nombrar que no tenía dónde poner mis cosas.
Cuando cumplí 18 anos, mi habitación dejo de ser cool. Aparte de las incomodidades, me avergonzaba de vivir ahí y nunca imagine poder traer a una mujer a mi habitación.
Necesito ganar dinero.
Puedo recordar aquellas noches, en las que acostado en esa diminuta cama; pensaba como odiaba mi situación y cuanto quería cambiarla.
Sobra decir que el ingrediente que hacia todo tan complicado era la falta de dinero.
Un día soñé con montañas de dinero y todo lo que podía cambiar en mi vida con él. Conseguiría una nueva habitación, compraría ropa, un carro, cocinaría la comida que quisiera, cuando quisiera y sería capaz de invitar mujeres a mi nueva casa, solo para mostrarles cuan sofisticado era.
Estos pensamientos fueron un catalizador que me empujaron a convertirme en un emprendedor. Yo no quería un trabajo, solo quería el tipo de dinero que puedes obtener cuando eres tu propio jefe.
El truco fue encontrar cómo empezar un negocio y empezar a generar dinero.
7 años de no tener dinero.
Desearía contarte que después de tener estos deseos de conseguir dinero; construí una increíble empresa e hice mucho dinero.
La verdad es que estaba lejos de estar preparado para lograr ese objetivo. No sabía qué negocio empezar; no tenia habilidades; experiencia; contactos; modelos a seguir; mentores o alguna persona que al menos pudiera mostrarme el camino correcto.
En cambio, hice lo que la mayoría de mis amigos hicieron: Ir a la universidad.
Aunque mi carrera fue una perdida de tiempo y dinero, ir a la universidad cambió mi vida en una aspecto muy importante. Tuve acceso a internet por primera vez.
A lo largo de los cuatro años que pase en la universidad y tres años más en lo que continúe yendo al campus por trabajos ocasionales, invertí tiempo trabajando en varios de mis sitios web.
Lento pero seguro, combiné los ingresos de mi trabajo y el dinero que empecé a generar gracias a un sitio web en el que vendía cartas del juego Magic, al punto que logré moverme de la casa de mi madre y al fin me convertí en un joven independiente.
Mientras que este fue un avance positivo, no logré generar el suficiente dinero que quería para vivir. Lo que pagaba de renta y alimentación consumían la mayor parte de mi ingreso y lo que me sobraba lo transfería a mi cuenta de ahorros en el banco.
Los años después de graduarme de la universidad fueron bastante difíciles. Mis amigos comenzaron a posicionarse en importantes trabajos como gerentes financieros, ingenieros, o programadores con salarios de 50.000 dólares o más al año.
Para mi trabajar 8 horas al día en una empresa para ganar 50.000 dólares al año sonaba como un mal negocio. Tenia ambiciones de ganar mucho más, pero seguía teniendo problemas para generar más de 25.000 dólares combinando mis diferentes fuentes de ingreso.
El secreto del dinero es revelado.
A pesar de la depresión que caracterizó esta parte de mi vida, no me rendí ante mis sueños de conseguir más dinero. Una vez me gradué de la universidad, tuve suficiente tiempo para estudiar lo que siempre había querido, “Cómo tener éxito como emprendedor y convertirme en una persona rica e independiente”.
Estudiar requirió que comprara y leyera libros como: One Minute Millionaire, Piense y Hágase Rico, El Hombre Más Rico de Babilonia, La Empresa E-Myth, y las biografías de emprendedores detrás de empresas como Starbucks, Hershey and Cadbury Chocolate, Ebay, Google, Napster, Paypal, Realestate.com.au y muchas otras.
Estos libros me mostraron el potencial de tener mi propio negocio, pero durante mucho años seguí sintiéndome perdido y confundido. Mi autoestima era baja, no sabia que tipo de negocio podía crear y perdí mucho tiempo pensando en las probabilidades de fallar en vez de empezar.
Sin embargo, libro por libro mi confianza fue aumentando empecé a ver los patrones y las conexiones. Se hizo evidente que una empresa no es una forma mágica de hacer dinero. Tampoco era algo especial únicamente disponible para aquellos que habían nacido con suerte o en el lugar preciso y en el momento indicado.
Un día todo hizo un click……
La combinación de la experiencia que tenia con los pequeños ingresos que generaba mi página web y todos los libros que estaba leyendo, me direccionaron a una seguridad que nunca antes había sentido.
Sabía el secreto detrás del éxito en los negocios por primera vez durante largo tiempo, sentí alegría de todas mis posibilidades. De hecho, estaba tan confiado que sentí que realmente había aprendido un secreto, algo que la mayoría de personas en el planeta nunca tendrían el privilegio de ver porque nunca se tomarían el tiempo de estudiar lo suficiente.
Hacen Falta dos ingredientes.
Una de las memoras más fuertes que me quedan de ese momento de lucidez, fue cuando un amigo del colegio que se había ido a vivir a Melbourne regreso a Brisbane de visita. Todavía tenia problemas financieros, pero como sentía que había descubierto el código de los negocios, no podía dejar de hablar sobre cómo cualquiera podía hacerse millonario.
He aquí un fragmento de una de nuestras conversaciones.
Yo: Estoy muy emocionado, he encontrado la manera de hacer mucho dinero.
Amigo: Oh, y ¿cuál es exactamente el secreto?
Yo: Debes crear un negocio que pueda hacer dinero cuando tu no estas trabajando.
Amigo: ¿Y cómo hacer eso?
Yo: Te apalancas en un sistema que genere dinero sin que tu seas parte del sistema.
Amigo: (Bebió un pequeño sorbo de agua y me miró como quien no entiende nada)
Parece muy simple. La clave para ganar dinero es apalancarse y tener un sistema.
Todas las historias que leí acerca de negocios que se transformaron en exitosas empresas poseían dos variables.
- Un modelo de negocio que se beneficio de algún método de apalancamiento, que pudo crecer usando un sistema que excluyera al propietario (En otras palabras, una empresa que funcionara por si misma)
- Un emprendedor dispuesto a invertir todo su tiempo durante el inicio para construir el sistema.
Para ese momento, yo era definitivamente un emprendedor dispuesto a invertir mi tiempo, pero lo estaba haciendo en ideas de negocio que no tenían como ser apalancadas.
Apalancar era la clave, porque significaba que podría obtener un excelente retorno financiero sin la necesidad de incrementar mi nivel de trabajo. Antes de eso, cada trabajo, proyecto o idea de negocio que había perseguido, estaba limitada a un salario por hora. La cantidad de dinero que podía obtener estaba limitada por las horas de trabajo, dinero que desaparecería si dejaba de hacerlo.
Como consecuencia, no hice mucho dinero, lo que me hizo sentir como un fracaso. Actué de la misma manera como me sentía, salte de proyecto en proyecto, fallando para conseguir dinero y entre en un ciclo que no me hizo mucho bien.
Cuando tienes las cosas claras sabes a donde ir.
Con mi descubrimiento acerca del apalancamiento y los sistemas; empecé a hacer algunos cambios.
Primero, dejé de saltar de proyecto en proyecto. Sabía que ese comportamiento iba en contra de mi objetivo de tener más dinero.
Después, tome la decisión de vender mi sitio web. Este proyecto no tenía el tipo de apalancamiento que estaba buscando; y adicionalmente ya no estaba interesado en él.
Al final terminé encontrando un comprador que pagó 13.500 dólares, lo cuales puse inmediatamente en mi cuenta de ahorros. El dinero no iba a cambiar mi vida; pero lo que importaba era que no tenía que pensar nunca mas acerca de ese sitio web. Estaba haciendo espacio mental para algo más grande.
Eso me dejó con un solo objetivo, crecer mi último proyecto, un servicio de edición en línea. Este negocio, que llamé BetterEdit.com, estaba basado en lo que ahora llamo “Arbitraje de servicios”. Una estructura construida específicamente con un sistema, apalancamiento y adicionalmente es escalable.
Mi nuevo negocio podría crecer sin la necesidad de incrementar la cantidad de trabajo, porque podríamos contratar nuevos editores si la demanda lo exigía. Adicionalmente, la idea básica era increíblemente sencilla. Aunque necesitaba aprender como posicionar y mercadear mi negocio para atraer clientes, estaba ofreciendo un servicio directo que solo necesitaba un sitio web y un correo electrónico para trabajar.
Finalmente, empecé a generar dinero de verdad.
Durante los siguientes años me concentré 100% en mi negocio de edición. Estaba muy emocionado de probarme a mi mismo que no solo entendía conceptualmente la clave para hacer dinero, si no que podría demostrarlo en la vida real.
El proyecto creció lentamente al principio. Sin embargo, debido a que fui muy consistente y disciplinado, mis esfuerzos dieron resultados. Después del primer año ya teníamos un puñado de clientes, algunos de los cuales continuaron siéndolo el siguiente año. Cada año adquiríamos nuevos clientes, mejorando el comportamiento de la website y probando nuevos métodos de mercadeo.
Después de un par de años, mire hacia atrás los resultados financieros y había generado 100.000 dólares en ganancias. En ese momento me di cuenta que podía abandonar mis trabajos, los cuales mantenía porque estaba financiando este proyecto por mi mismo.
De hecho, todo iba tan bien, que logre completar el último paso de mi plan. Pude ser completamente libre.
Eliminándome de mi empresa.
Pensando en aquellos días en los que vivía en esa casa rodante, recordé que tenia dos sueños:
- Dinero: Suficiente dinero para convertirme en el jefe de mi vida.
- No trabajar: Odiaba la idea de tener que permanecer por 8 horas diarias trabajando para tener un ingreso fijo.
¿Puedes ver la contradicción?
Quería dinero, pero el camino más común para obtener dinero era trabajar.
“Parecía que quería lo imposible, tener dinero sin tener que trabajar.”
Gracias a este pensamiento poco convencional, pude ver caminos no tradicionales para vivir. Convertirme en un emprendedor parecía la opción más obvia, sin embargo no era una solución radical, ya que los dueños de empresa algunas veces terminan trabajando más que los empleados.
Quería crear un negocio que fuera un vehículo de libertad. Uno que me diera mucho dinero sin la necesidad de mi presencia.
A pesar de las dificultades logré construir un negocio que me generaba buen dinero. Cuando llegue a ese punto mi única tarea para mantener mi negocio funcionando era enviar y recibir emails a mis clientes y editores y asegurarme de que el dinero ingresara a mi cuenta bancaria o a mi cuenta de PayPal.
Estaba muy feliz con los resultados hasta que un día en un viaje a Sydney. Pasé el día entero entrando y saliendo de cafés internet para asegurarme que todas las ordenes fueran procesadas correctamente y a tiempo. Fue muy estresante e incomodo, tener que interrumpir todos mis planes en Sydney.
Estaba trabajando largas horas, atrapado en un rol que debía mantener para que mi negocio funcionara correctamente. Lo más curioso era que mi rol era muy simple, algo que hubiera podido subcontratar desde hacia mucho tiempo. Sin embargo, no quería perder el control.
Después de la experiencia en Sydney, ya estaba listo.
Casualmente, una amiga se había convertido en mama en ese momento y estaba buscando un trabajo que pudiera hacer desde casa. Le hablé sobre el trabajo y le ofrecí 15 dólares la hora, los cuales ella acepto.
Durante el siguiente mes la entrené, y en poco tiempo ella fue capaz de manejar todo sin mi.
Desde ese momento no había mucho por hacer. Mantuve mis ojos en las ventas para ver la cantidad de dinero que entraba (Era sorprendente ver como hacíamos un par de miles de dólares sin que yo hiciera absolutamente nada), y ocasionalmente manejaba situaciones que solo yo podía manejar, pero la mayoría del tiempo estaba libre.
Probando la verdadera libertad.
Requirió duros siete años, desde aquellos frustrantes días en la casa rodante donde soñaba con tener dinero y ser financieramente independiente; luchar a través de la universidad; y saltar de proyecto en proyecto para finalmente construir un negocio con sólidos principios que me brindan una corriente de ingresos consistente y fiable sin mi participación.
A los 25 años sentí que lo había logrado. Mi empresa de edición continuaba generando ingresos constantes; permitiéndome ahorrar para comprar mi primera propiedad. Lo más importante era que funcionaba sin mi.
Todas estas experiencias aumentaron mi confianza como emprendedor y mi autoestima como hombre. No tenia noches en las que no pudiera dormir, no pensé en saltar a otro nuevo proyecto y caminaba con un sentido de ligereza pensando en el futuro.
Y adicionalmente tenia mucho tiempo libre. De hecho, fue por todo ese tiempo libre que decidí empezar mi blog; el cual me direccionó hacia nuevos negocios.
Esa libertad me permitió hacer muchas cosas, viajar, jugar tenis, visitar a mis padres y construir amistades con otros emprendedores. Algo que nunca hubiera podido hacer sin crear mi propio negocio.
Y recuerda, si estás realmente interesado en crear tu propio negocio, puedes leer nuestro libro “Cómo crear empresa mientras trabajas: Descubre cómo manejar tu tiempo, administrar tu dinero y motivarte mientras creas empresa y trabajas para otra” , donde encontrarás toda la información que necesitas para fundar tu propia empresa, sin necesidad de dejar tu trabajo.
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Este artículo fue originalmente publicado en entrepreneurs-journey.com. Su traducción y publicación en ModoEmprendedor ha sido autorizada directamente por el autor y no puede ser reproducida por ningún otro medio.