Hoy en día las exigencias en el entorno laboral son cada vez más altas. Largas horas de trabajo, continuas presiones de los ejecutivos por cumplir altos requerimientos, búsqueda constante de personas brillantes y exitosas que logren satisfacer las demandas de las grandes compañías en su afán de liderar, no se detiene.
Los trabajadores de Wall Street, son conocidos por llevar esta vida de estrés y constante presión, una inspiración para aquellos que quieren tener éxito y dinero.
No obstante, Karin Peeters de 38 años es psicoterapeuta y ha trabajado por muchos años como consejera de los banqueros. Ella habló por primera vez para el diario Telegraph de Inglaterra acerca de lo que realmente es vivir como un exitoso empleado de la banca y lo que ha escuchado en sus años como terapeuta de estos exitosos financieros.
Todos pensarían que estos empresarios jóvenes, bien vestidos y ganando millones de dólares son el testimonio vivo de una vida de éxito y felicidad, la cumbre de las inspiraciones de muchas personas que quieren tener dinero y ser reconocidos.
Sin embargo, la realidad es muy diferente. Según Peeters los testimonios son reveladores y la han conmovido enormemente. Ella dice que es común que los trabajadores de Wall Street le digan “Yo me he vuelto muy bueno para mostrar que aparentemente todo está bien.” Todos piensan que en el trabajo son unos superhéroes pero por dentro están destrozados.
Muchos de los clientes que atiende Peeters en el sector financiero están entre los 30 o 40 años los cuales ganan cuantiosas sumas de dinero. Ellos afirman que se sienten cansados todo el tiempo, sienten un dolor constante en alguna parte de su cuerpo porque dicen que mostrar una cara diferente a la que verdaderamente es, los agota.
Normalmente se ríen de lo que sus jefes dicen pero realmente ODIAN lo que hacen y a pesar que se les culpe de ser malas personas o fríos en las decisiones que tienen que tomar día a día, Peeters revela que son personas muy vulnerables. Aquellos que parecen calculadores y déspotas afirman que temen que sus colegas y amigos descubran quienes son realmente.
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En este entorno no solo el dinero es importante, estas personas hablan de ascensos, bonos y reconocimientos que los impulsan a ser los mejores. Comúnmente se decepcionan de sí mismos si no logran alcanzar estos retos. Se han acostumbrado a ganar grandes sumas de dinero, hasta el punto de pensar que no podrán sobrevivir nunca más sin ello.
Peeters considera que a pesar de sus grandes cargos y funciones, tienen un problema de autoestima, en muchos casos sus mujeres preferirían tener al tipo gracioso con el que se casaron de nuevo en lugar de tener la casa grande, pero ellos no lo saben.
Los banqueros le han revelado a esta psicoanalista cómo usualmente tienen una “falsa cara” que se ponen tan pronto llegan a trabajar, con la intensión de ocultar que por dentro están estresados y son infelices.
Posiblemente no les gusta la cultura de la empresa, los productos que venden o la gente con la que trabajan, pero aparentan estar bien cuando realmente lo que piensan es que “necesitan a alguien que los saque de ese sitio lo más pronto posible”.
Esto obviamente afecta sus relaciones personales. Ellos trabajan tan duro, están bajo constante presión que su adrenalina se eleva a tal punto que cuando dejan su lugar de trabajo, esta permanece alta y los deja en constante nivel de alerta. Sus esposas se quejan que ellos no las escuchan, que todo el tiempo están acelerados o distraídos.
Parte del problema es que ellos creen que sus sentimientos no valen, algunos de ellos han trabajado toda su vida para llegar a donde están, ahora han conseguido lo que pensaban que siempre habían deseado, pero no son felices porque no están viviendo su propia vida, simplemente están viviendo lo que los demás esperan de ellos.
A pesar que algunas de las culturas de las empresas han cambiado, muchas personas se encuentran aún atrapadas en trabajos que odian, aguantado jefes injustos, en cargos y jornadas que les impiden pasar tiempo con sus familias y disfrutar de las cosas que realmente les gusta.
Modoemprendedor espera que sea esta una razón más que te ayude en tu propósito de crear empresa, no se trata solo del dinero y de ser exitoso sino de lograr encontrar un balance en tu vida y ser feliz con lo que haces.
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